Conseguir que los pequeños de la casa se vayan a dormir a su hora y descansen durante toda la noche puede convertirse en una tarea bastante complicada para los padres. Además si no descansan bien al día siguiente estarán más irritables y es por ello que garantizar un buen sueño para los niños de la casa es imprescindible para toda la familia. A continuación te presentamos algunos consejos muy eficaces para lograr que los pequeños se duerman antes.
Crear una rutina
Lo primero que te recomendamos es crear una rutina para antes de ir a dormir. Así, inconscientemente, los niños se irán preparando para ir a la cama. Esta rutina puede consistir por ejemplo en ducharse, ponerse el pijama, lavarse los dientes y leer un libro. Poco a poco se irán relajando y así será mucho más sencillo que se queden dormidos.
Nada de tecnología
Tanto la televisión como la tablet, las consolas o el teléfono móvil activan muchísimo a los niños. Todos ellos interrumpen además la producción de la melatonina, que es totalmente necesaria para el buen descanso. Es por ello que se recomienda que los niños no utilicen ningún dispositivo electrónico durante las dos horas antes de ir a dormir si queremos que su descanso sea realmente eficiente.
Un buen ambiente sin presiones
Los niños pequeños deben aprender a diferenciar las horas de dormir y para ello debemos introducirlos en un ambiente muy tranquilo. Cuando se acerca la hora de ir a la cama hay que eliminar el ruido, apagar la luz y retirar los juguetes y las cosas que pudieran distraerlos para que entiendan que ha llegado la hora de descansar y que esto es importante. Además no hay que presionarlos para ir a dormir sino crear la rutina y el ambiente ideal para que ellos mismos quieran descansar. Si los obligamos se pondrán más nerviosos y será más complicado que logren conciliar el sueño.
Que digan adiós al miedo y al estrés
Para descansar bien los niños deben aprender a no tener miedo. Es normal que todos los niños tengan miedo a ir a dormir o se estresen. Lo mejor será quitarle importancia a los miedos, hablar con ellos sobre eso para que entiendan que no existen. Algunas ideas interesantes pueden ser leerles un cuento, comprar un hipotético spray que aleje a los monstruos de ellos, etc. Y en definitiva enseñarles diferentes herramientas para que ellos mismos aprendan a espantar a los miedos. Además también se debería terminar con el estrés porque sin duda el cortisol, la hormona que se libera ante este estado de ánimo hace que sea mucho más complicado para los niños el conciliar el sueño.
Un buen lugar para descansar
Por último, además de la luz y de crear un ambiente de relajación también será muy importante el control de la temperatura. Desde luego los niños no deben tener frío porque podrían enfermarse pero tampoco se les debe tapar en exceso o ajustar tanto las mantas que no vayan a poder moverse. Lo mejor será colocarlas de forma que se puedan destapar y que tú vayas a poder regular bien su temperatura siempre que lo necesiten. En verano recuerda mantener su habitación con la frescura adecuada para que el niño pueda descansar bien.
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