Se deben tomar las enfermedades infantiles con la importancia que se merecen. En muchos casos los padres hacen oídos sordos a las recomendaciones de los doctores y son los niños quienes sufren en el futuro. Por ejemplo, en el caso del déficits de audición. Este tipo de padecimiento es detectable en un 80% a la hora de nacer el niño, pero a veces, a medida que crecen, se pueden presentar indicios que dan la alarma de que algo no está del todo bien. Es muy importante que sepas cómo detectar una falta de audición en los niños, ya que en muchos casos a temprana edad se pueden solucionar. Con el pasar del tiempo la sordera se hace más difícil de tratar, puesto que el niño ya ha adquirido un lenguaje. En el siguiente texto te diremos algunas formas en que puedes detectar si tu hijo sufre de hipoacusia.
Quejas
En muchos casos la primera señal de alerta te la da el propio niño. Ellos, al darse cuenta de que no escuchan bien lo que se les dice, te lo harán saber. Los adultos, a veces, no prestan la atención que se merece y juzgan que su hijo no se concentra como debe. No obstante, es tu trabajo averiguar si se trata de un problema o simplemente el niño es un poco despistado, en cualquier caso debes comprender la situación y buscar la mejor solución.
No responde
Muchos niños viven en sus cabezas. Esto quiere decir que se distraen muy fácilmente, ya sean en sus tareas, juegos o cualquier tipo de entretenimiento. Sin embargo, puede ocurrir que no te preste atención porque simplemente no te escucha. En estos casos lo mejor que puedes hacer es hablarle claro y directamente, ver cómo responde y luego detectar si existe alguna alarma.
Mucho volumen
Hoy en día los niños suelen jugar con muchos aparatos electrónicos. Computadoras, tables, videojuegos e incluso la televisión. No es extraño que suban el volumen en ciertas ocasiones, pero no es normal que siempre tengan un volumen exagerado. Si detectas este tipo de actitud en tus hijos lo mejor que puedes hacer es hablar con él sobre la situación, preguntarle el porqué del volumen tan alto y luego llegar a una conclusión certera.
Mira con intensidad cuando se le habla
Si tu niño se queda mirándote fijamente cuando le hables es posible que esté compensando su incapacidad para escucharte con tu lenguaje corporal. Esto lo suelen hacer muchos niños con este tipo de padecimiento y es una de las señales más directas de las cuales debes estar pendiente para identificar un problema.
Ladea el rostro
De la mano con el gesto anterior, los niños que no suelen oír muy bien ladean el rostro con el afán de adelantar uno de sus oídos para que este escuche mejor. Quizá, luego de este tipo de actitud el niño te confiese que no puede escuchar con uno de sus oídos y claramente debes tomar esto como una señal para recurrir a un experto.
Preguntas y aclaraciones
Cuando se es niño es la etapa de las preguntas. Todo nos sorprende y queremos saber el porqué de cada cosa, esta es una actitud sana y debe cultivarse. Pero si tu hijo, leemos aquí, a cada cosa que le digas, pregunta o pide aclaraciones debes tomarlo como un síntoma de que su audición no va muy bien.
Hablar fuerte
Si tu niño grita a la hora de hablar y es una actitud nueva que incluso parece no notar es una clara señal de que necesita de esta acción para escuchar lo que dice. Habla con él y haz pequeñas pruebas para detectar si es algún tipo de problema auditivo.
No le gusta hablar
Muchos niños sufren de timidez pero poco a poco, con la sociabilización, esto va quedando atrás. Ahora bien, puede que tu hijo no sea capaz o no quiera sociabilizar porque no puede escuchar bien a sus interlocutores. Para esto lo mejor que puedes hacer es hablar con él o ella, preguntarles sobre su rutina y si también se muestra reacio debes tomar medidas en el asunto.
Poca concentración
A veces no tenemos mucha paciencia con nuestros niños y cuando sufren problemas de atención les echamos la culpa, pero esto puede ser síntoma de que sufren algún padecimiento auditivo que afecta su concentración, así que mantente atento a todas las señales.
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