Las habitaciones infantiles son los lugares especiales para
cada niño. Los adultos podemos preferir otras estancias antes que nuestro
dormitorio porque allí tenemos cosas que nos gustan: el salón,
el estudio, la cocina, etc. Pero para los niños su lugar preferido es
su habitación, pues allí tienen todos sus juguetes.
Para ellos es un dormitorio mágico, lleno de magia.
Allí inventan historias increíbles con sus juguetes, fantasean,
juegan, se diviertene,…para ellos es el mejor rincón de la casa.
Y es por todas estas razones, que debemos decorar la habitacón de una
forma que ésta trasmita seguridad y que ofrezca mucha amplitud.
La amplitud es necesaria para que el niño pueda jugar
libremente y dejar volar su imaginación sin nada que condicione. Y la
seguridad es aún más necesaria: El niño debe poder jugar
sin peligro y tú debes estar tranquilo sin pensar en que los niños
puedan tener algún accidente en ella.
Estudios expertos aseguran que la decoración de la habitación
de un niño experimenta dos fases. La primera fase, desde los 0 hasta
los 3 años y la segunda, desde los 3 hasta los 11 años. En la
primera fase el niño aún no está mentalmente desarrollado
y somos nosotros los encargados de decorar la habitación. Pero ya en
la segunda los niños se van desarrollando, van formándose, y es
aconsejable que decoremos su habitación teniendo en cuenta su opinión
y gustos.
La iluminación en la decoración infantil es importante.
En la medida de lo posible intenta que por el día, la habitación
se ilumine gracias a la luz natural. Para las noches puedes optar o bien por
colocar una luz central que ilumine toda la estancia por igual, o bien por colocar
una luz de pared, que tiene una luz más suave, y que ayudará a
tu hijo a tranquilizarse y a conciliar mejor el sueño.
No es aconsejable colocar lámparas de mesa o de pie hasta que el niño
sea mayor y consciente del peligro que éstas pueden acarrear. Hablando
de luz, ten mucho cuidado con los enchufes: coloca siempre protectores.
Y por último, te aconsejamos que cualquier mobiliario para una decoración
infantil, tenga las esquinas redondeadas. Evitará muchos golpes y disgustos.
¿Qué colores son los apropiados para una decoración infantil?
Por regla general lo recomendado por los especialistas es el uso de colores pasteles claros porque éstos trasmiten calma y descanso. Con colores demasiado llamativos el descanso se vería perjudicado, y con colores sombríos el niño podría sentir pena y desasosiego. Por ello se recomienda decantarse para la decoración infantil por tonos como el amarillo, el naranja, el rosado y el beige en sus tonalidades más pastel.
Olvídate del rosa para chicas o para chicos. En un tono pastel es beneficioso para ambos sexos, ya que promueve la calma, la afabilidad y el afecto, ayudando además a alejar pensamientos negativos. El verde es otro de los tonos más recomendables, ya que transmite seguridad, expansión y es capaz de incentivar el crecimiento emocional.
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